En Guatemala, durante el año de 1937 un mural fue encontrado; lo llamaron Uaxacatún y este era el único que se preservaba del periodo clásico temprano de la cultura maya y esto hubiera seguido así, si unos bandalos del lugar no lo hubieran destruido a base de golpes y hachazos. Ciertamente lo que dejo este descubrimiento fue el anhelo en los arqueólogos de encontrar mas ejemplares del mismo periodo y de la misma sociedad.
Fue hasta 1946, en la selva lacandona, cuando un maya sirvió de guia para Gilles Grevilly Haley; fotógrafo y cineasta estadounidense. Él fue llevado hasta unas antiguas ruinas mayas, y no solo eso; sino que también se le permitió su acceso al cuarto uno de la estructura uno; este lugar es lo que hoy conocemos como Bonampak, y en este cuarto se encontraban parte de sus murales.
Con este descubrimiento se origino la llamada “Bonampakis”, todos querían hablar de ello; pero no solo eso, sino que también querían formar parte en este rompecabezas que cambiaría todos los ideales que se habían formado al rededor de la cultura maya; y es que debemos entender que antes de los murales de Bonampak, se carecía de un esquema general para entender los murales mayas, por lo que no se entendía por completo esta civilización.
Estos murales se mantuvieron a lo largo del tiempo gracias a un error en la estructura de la construcción, lo que origino la entrada de agua a estos cuartos. Las sales de este elemento, que se impregnaron sobre la pared, fue lo que impidió que la pintura se cayera o maltratara. Este acontecimiento significo una gran ayuda a su mantenimiento, pero por otro lado, las sales dejaron una capa la cual impedía ver los murales por completo; fue ahí cuando los científicos de INAH, comenzaron un proceso de limpieza y reconstrucción en 1984; esto les tomo 3 años. El grupo de National Geographic, impresionados tanto por el descubrimiento, como por lo que estaba haciendo el INAH, se incluyeron al proceso, pero ellos con la tarea de retocar las imágenes de manera digital, para que así, todo el mundo pudiera contemplar aquel hallazgo.
Estos murales cuentan una historia en la que se representa una batalla y el sacrificio de los vencidos. El gobernante Chaan Muan celebró la victoria contra un reino vencido en 786 d.C. Y el nombramiento de su hijo (según escribe Luis Gonzáles y Gonzáles en su libro Viaje por la historia de México; ya que en la revista Arqueología Mexicana habla de que este niño pudo haber sido su sobrino) al trono. Estos murales muestran también, que las mujeres no solo se dedicaban a la recolecta y a los hijos; sino que también participaban en el gobierno de Bonampak. Antes del descubrimiento de estos murales se pensaba que los mayas eran una sociedad pacifica que se dedicaba a observar los astros y calcular el paso del tiempo; hoy sabemos que no es así. Estaban en constante conflicto con sus vecinos.
Los murales de Bonampak son los más grandes y más importantes del mundo maya; al menos de los que se tiene conocimiento.
Bibliografía:
Arqueología mexicana. Vol. III, No. 16. Noviembre – Diciembre, 1995.
Gonzáles y Gonzáles, Luis. Viaje por la historia de México. Editorial Clío, Libros y Videos, Quinta Edición. México, 2009.

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